En aras de reverdecer la ciudad de la Alhambra, este proyecto pretende crear un nuevo ecosistema formado por especies autóctonas. Dicho ecosistema se llevará a cabo mediante la restauración de bosques y otros paisajes en una superficie aproximada de 800 hectáreas por un periodo de al menos 50 años, garantizando su exención de venta o explotación comercial y protegidas durante ese período.

La creación de este Anillo verde persigue, por un lado, mitigar el calentamiento global y, por otro, velar por la salud de las generaciones actuales y futuras, a través de la mejora de la calidad del aire, la promoción de la actividad física o los diversos beneficios para el sistema inmunológico y el metabolismo.